UNA APROXIMACIÓN A LOS CAMPOS DE ACCIÓN DE LOS GESTORES CULTURALES

Por: Jesús Hidalgo y María Fernanda Goicochea

- “¿Gestión cultural? ¿Eso con qué se come?”-.

La anterior es una frase en la que hemos querido condensar, de manera un tanto jocosa, la confusión que supone ya sea para el común de las personas, y en algunos casos incluso para estudiantes y profesionales consolidados de esta disciplina, su conceptualización y caracterización.

En efecto, suele entenderse a la Gestión cultural como un ente vago y difuso, el cual puede llegar a significar muchas cosas – y ninguna – al mismo tiempo. Sin embargo, esta visión está muy lejos de ser cierta, pues la Gestión cultural es, en realidad, un campo interdisciplinar que abarca un conjunto especializado de metodologías y conocimientos, cuyo objetivo principal es intervenir en la sociedad mediante acciones que responden o solventan una problemática o necesidad cultural de la población. Y en este sentido, el gestor cultural vendría a ser aquel profesional  capacitado en este campo, poseedor de un conjunto de conocimientos y experiencia que le permite liderar, precisamente, dichas acciones, conocidas como acciones culturales.

A pesar de lo dicho anteriormente, es posible que te hayamos dejado en las mismas con nuestra explicación, lo cual es comprensible, pues la Gestión cultural en nuestro país es relativamente nueva, y la profesionalización del sector ha empezado realmente hace muy poco.

Por ello, estimado lector, a continuación, te presentaremos una caracterización de los campos de acción en los que se desempeñan los gestores culturales, a fin de que entremos dentro de tu radar, y quien sabe, a lo mejor te interese ser uno de nosotros.

Teniendo en cuenta la clasificación que hace Mariscal (2019), podemos decir que los gestores culturales actúan en dos dimensiones entrelazadas: ámbitos de desempeño y campos culturales.

Un ámbito de desempeño es aquella plataforma desde la cual el gestor cultural lleva a cabo su labor. Mariscal reconoce cuatro tipos: 

  1. Gubernamental: definido por la acción cultural que ejerce el estado a través de sus instituciones, como lo pueden ser el Ministerio de Cultura, las Direcciones Desconcentradas de Cultura a nivel nacional, o las jefaturas de cultura presentes en las municipalidades.

  2. Empresarial: iniciativas privadas ligadas generalmente a la producción artística, como es el caso de las industrias culturales (editorial, cinematográfica, musical, etc.), y que buscan un beneficio económico de sus actividades. Sin embargo, también engloba a los emprendimientos que brindan un bien o servicio cultural y/o artístico, como lo pueden aquellas empresas que se especializan en servicios de asesoramiento en temas culturales. 

  3. Asociativo: conformado por aquellos colectivos de la sociedad civil, sin ánimo de lucro, que llevan a cabo iniciativas en cultura. Un ejemplo de ello serían las fundaciones, gremios de artistas u organizaciones comunitarias. 

  4. Académico: es el ámbito de las instituciones, públicas y privadas, principalmente universidades, que se encargan de investigar y generar conocimientos nuevos en cultura, así como de la formación de profesionales en ese campo. 

Asimismo, un campo cultural se definiría como aquel sector hacia el cual se orienta la labor del gestor cultural, el cual puede ser: 

  1. Espacios culturales: museos, galerías de arte, centros culturales, teatros, circos, bibliotecas, etc.

  2. Cultura popular y patrimonio cultural: centros arqueológicos, museos de sitio, festividades típicas e incluso, proyectos relacionados a la preservación del patrimonio inmaterial de una comunidad, entre otros.

  3. Desarrollo artístico: creación artística y su difusión, así como con la formación de artistas y profesionales afines a ella. Se evidencia en proyectos como festivales de arte, talleres artísticos, entre otros. 

  4. Comunicación y medios: divulgación y difusión de la cultura, a través de medios de comunicación como la televisión, la radio, prensa, o internet. Ejemplo de ello son las revistas sobre temas culturales/ humanísticos, o programas de televisión del mismo tipo. 

  5. Producción: proyectos artísticos cuyo fin es su comercialización y/o exhibición, y, por lo tanto, está vinculada principalmente con los emprendimientos artísticos (música, cine, teatro, etc.) e industrias culturales.

En este sentido, un gestor cultural puede desenvolverse en cualquiera de estos campos culturales, sin embargo, su modo de actuar dependerá del ámbito al cual pertenezca pues, por ejemplo, no se organiza de la misma manera un museo del estado (ámbito gubernamental), que uno que esté a cargo de una fundación (ámbito asociativo). No obstante, el gestor cultural no está ligado a un ámbito o campo en específico, pues estos dependen sobre todo del tipo de institución, organización, emprendimiento, empresa, etc. del cual forme parte. 

La gestión cultural, a menudo mal entendida, es en realidad un campo interdisciplinario crucial para fomentar y salvaguardar la riqueza cultural de nuestra sociedad. Los gestores culturales, profesionales con experiencia y conocimientos específicos, lideran estas iniciativas.

Las iniciativas que un gestor cultural puede liderar, o de las que puede formar parte, se definen según dos aspectos entrelazados: ámbitos de desempeño y campos culturales. Los primeros representan las diferentes áreas desde las cuales los gestores culturales operan, como pueden ser el gobierno, las empresas, las organizaciones sin fines de lucro y las instituciones académicas. Por otro lado, los campos culturales abarcan los diversos sectores hacia los cuales se enfoca la gestión cultural, tales como: espacios culturales, cultura popular y patrimonio, desarrollo artístico, comunicación y medios, y producción cultural.

Los gestores culturales pueden especializarse en una variedad de campos, desempeñándose en el ámbito que se les dé mejor. Su trabajo es esencial porque enriquece la vida cultural de la sociedad  al conectar las artes y el patrimonio con las personas. En este sentido, un buen gestor cultural cuenta con una visión completa del panorama cultural que lo rodea, y domina los conocimientos necesarios para dirigir proyectos que beneficien tanto al desarrollo del trabajo artístico y cultural, como a la conservación y promoción de la cultura a nivel social, patrimonial, etc.

 

BIBLIOGRAFÍA

Conceptos clave de la gestión cultural. Volumen I - Historia - Ariadna Ediciones. OpenEdition Books. Recuperado de: https://books.openedition.org/ariadnaediciones/2599?lang=en#ftn18 

Cunha, M. (2007). Gestión cultural. Desafíos de un nuevo campo profesional. Revista Observatorio Itaú Cultural, 2, 72-79.

González, E. (s.f.). ¿En qué consiste la gestión cultural? Euroinnova. Recuperado de: https://www.euroinnova.edu.es/blog/en-que-consiste-la-gestion-cultural

Mariscal Orozco, J. L. 2019. Gestión cultural: Aproximaciones empírico-teóricas. En Mariscal Orozco, J. L., & Rucker, U. (Eds.), Conceptos clave de la gestión cultural. Volumen II: Enfoques desde Latinoamérica. Ariadna Ediciones. Recuperado de: http://books.openedition.org/ariadnaediciones/7919

Mariscal Orozco, José Luis (2015) "La triple construcción de la gestión cultural en Latinoamérica" en Telos, Revista de Estudios Interdisciplinarios en Ciencias Sociales. Vol. 17. Número 1. pp. 96-112. Recuperado de:  http://observatoriocultural.udgvirtual.udg.mx/repositorio/handle/123456789/192

Martinell Sempere, A. (2001). La gestión cultural: singularidad profesional y perspectivas de futuro. Cátedra UNESCO de Políticas Culturales y Cooperación. Recuperado de: http://www.cidadeimaginaria.org/gc/GCprofut.pdf

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